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Andrés Gónzález Aragón | Technolgy and more

Internet de las cosas, ese extraño desconocido

El Internet de las Cosas es la tendencia lógica de la evolución del Internet per se. Yendo desde el Internet de los Documentos, cuando vimos evolucionar texto difícil de leer en pantallas de fondo negro hasta imágenes, animaciones, audio y video (Sí, un video es considerado un documento;) el Internet de la gente, que ha culminado en avanzadas y, algunas veces incomprensibles redes sociales; y el de las apps, que se encarga de la portabilidad de la información a través de los dispositivos móviles.

Entonces, el Internet de las cosas es donde se ha volcado la tendencia del mundo digital a permanecer en las personas a toda hora, en todo momento y en cualquier lugar. El internet de las cosas no sólo son refrigeradores con internet, lámparas o cafeteras. Esta nueva tendencia va, desde calefacción inteligente y etiquetas de proximidad digital hasta cualquier cosa que use baterías.
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Piénsalo por un momento. Si cualquier cosa, literalmente cualquier cosa puede tener internet, entonces el futuro, no muy lejano, va a ser totalmente diferente de como lo conocemos ahora. Y eso que no hemos hablado de los Wearables,  el internet no sólo va a estar en el mundo exterior, va a estar en nuestro interior, en nuestro corazón, en nuestros ojos, ¡En nuestro cerebro!

Se que, aunque sorprendente, no estoy hablando de nada nuevo, hace años ya hay muchos aparatos, controles remotos y demás accesorios con la capacidad de conectarse en red. Es lo mismo que los automóviles que, durante un tiempo considerable sólo estuvieron al alcance de clases económicamente privilegiadas; de igual forma, antes sólo unos cuantos contaban con la posibilidad de tener casas inteligentes, ahora cualquiera puede implementar cientos de estas mejoras sumamente económicas en su hogar con sus propias manos y a un bajo costo.

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Lo que estoy tratando de decir es que con la reducción de los costos de la implementación de microcircuitos y con las nuevas tecnologías que acercan a [casi] cualquier usuario, agregar Internet a un cajón de calcetines para que sepas desde tu smartphone cuántos te quedan es perfectamente viable por una módica cantidad y algo de esfuerzo. Piensa que ahora tu aspiradora va a estar llena de sensores ambientales de temperatura, luz y sonido, sensores químicos que sepan el contenido y composición de los líquidos derramados en el piso de tu habitación e incluso sensores biológicos que puedan hacer un análisis a los restos de piel muerta y cabello que recoge; y enviar todo esto a un servidor que almacene esta información para luego usarla en tu beneficio.

Encima de todo esto y lo que para mí está siendo un verdadero mind blowing es la combinación de esta hiper-conectividad con técnicas de Big Data e Inteligencia Artificial. A lo que me refiero es, por ejemplo,  a un cajón de calcetines que esté conectado con tu cerebro y con una red neuronal de cómputo que utilice tus signos vitales, los restos de piel y sangre que tu aspiradora inteligente recogió del piso de tu casa, la manera en la que te desplazas por tu oficina y la manera en la que interactuas con el resto de la gente para predecir como, cuándo y dónde vas a morir, de quien te vas a enamorar o que te va a gustar en 6 meses.

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Se que parece sacado de una película de ciencia ficción, pero no hace falta mucho para que estas tecnologías lleguen a nuestras vidas. Hoy más que nunca, la tecnología está avanzando a pasos agigantados y nada podrá detener este avance.

Ahora te estarás preguntando de que sirve esto para la marca que representas, el producto que manejas o el servicio que provees.

Primero que nada el costo de esta tecnología es ahora lo suficientemente asequible para crear campañas que impacten de manera positiva a tus nuevos, y difíciles, consumidores. Y el impulso a la economía independiente que ha traído consigo la ola de nuevas startups tecnológicas está generado nuevos y novedosos medios de comunicación con el consumidor.

Segundo. Los nuevos métodos de compra y selección de producto están, indudablemente relacionados con el mundo digital, lo que convierte al Internet de las Cosas no sólo en un nuevo medio, lo convierte en el medio definitivo. Cada vez se acerca más el día en el que dejemos de estar online u offline, para las nuevas generaciones estos términos ya no tienen sentido, porque con el Internet de las Cosas siempre estamos conectados, todo el tiempo, somos una red de documentos, personas, computadoras, lugares y cosas; una red inteligente, consiente y que aprende todo el tiempo de si misma; que genera nuevos conocimientos, información y valores. El internet se ha convertido ahora en El Internet Omnipresente, el Internet que siempre estará ahí, que nunca se irá, permanecerá como parte de nosotros como ahora lo son la ropa que llevas puesta, el idioma que hablas o el techo que está sobre tu cabeza.

Tan sólo imagina ¡100% de CTR!

Y con esta Omnipresencia del Internet puedes alcanzar La Omnipresencia de tu Marca. Escuchar todo el tiempo, a toda hora a tus consumidores, informarlos acerca de los beneficios de tu producto. Estoy hablando de acompañar en todo momento del costumer journey a tu cliente. Esto sólo puede traducirse en mejores ventas, clientes más satisfechos a costos más bajos; un mundo en el que todos ganan.

 

Publicado originalmente para el blog de ktc